Hola Papá. ¿Como estas? ¿Puedo darte un abrazo? ¿Puedo acercarme a ti y volver a sentir el calor, el cobijo, la dulce proteccion que sentia cuando apenas era un poquito mas grande que tus manos? Permiteme acercarme, Papá, y abrazarte, quebrar esa barrera que a veces los problemas y la vida cotidiana levantan entre nosotros. Dejame intentarlo cada dia, para que nunca se nos olvide la fortaleza del cariño que nos une.
Dame un abrazo, Papá y recuerda que soy una parte de ti, que te debo la vida y todo lo que se, lo que siento y lo que soy.
Nunca te alejes, nunca permitas que la vida se lleve por delante la union de nuestros corazones, nunca dejemos que la incomunicacion se interponga entre nosotros. Cada vez que sintamos que la distancia nos ataca, acerquemonos el uno al otro, Papá, y hagamos el uno al otro esta pregunta:
¿Puedo darte un abrazo?
Porque en cada abrazo tuyo, Papá, renuevo la certeza de que te quiero!
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