viernes, marzo 03, 2006

Lectura de la biblia

Pido disculpas por lo abandonado del blog en la semana de todos modos aqui va la lectura semanal de la biblia, prometo estar mas pendiente para la semana que viene

Primera lectura Is. 58, 1-9:
Grita con fuerza y sin miedo. Levanta tu voz como trompeta y denuncia a mi
pueblo sus maldades, y sus pecados a la familia de Jacob.
Según dicen, me andan buscando día a día y se esfuerzan por conocer mis
caminos, como una nación que practica la justicia y no descuida las órdenes
de su Dios. Vienen a preguntarme cuáles son sus obligaciones y desean la
amistad de Dios. Y se quejan: «¿Por qué ayunamos y tú no lo ves, nos
humillamos y tú no lo tomas en cuenta?»
Porque en los días de ayuno ustedes se dedican a sus negocios y obligan a
trabajar a sus obreros. Ustedes ayunan entre peleas y contiendas, y golpean
con maldad. No es con esta clase de ayunos que lograrán que se escuchen sus
voces allá arriba.
¿Cómo debe ser el ayuno que me gusta, o el día en que el hombre se humilla?
¿Acaso se trata nada más que de doblar la cabeza como un junco o de
acostarse sobre sacos y ceniza? ¿A eso llamas ayuno y día agradable a Yavé?
¿No saben cuál es el ayuno que me agrada? Romper las cadenas injustas,
desatar las amarras del yugo, dejar libres a los oprimidos y romper toda
clase de yugo.
Compartirás tu pan con el hambriento, los pobres sin techo entrarán a tu
casa, vestirás al que veas desnudo y no volverás la espalda a tu hermano.
Entonces tu luz surgirá como la aurora y tus heridas sanarán rápidamente.
Tu recto obrar marchará delante de ti y la Gloria de Yavé te seguirá por
detrás. Entonces, si llamas a Yavé, responderá. Cuando lo llames, dirá:
«Aquí estoy.»
Si en tu casa no hay más gente explotada, si apartas el gesto amenazante y
las palabras perversas;

Salmo Sal. 50, 3-19:
Ten piedad de mí, oh Dios, en tu bondad,
por tu gran corazón, borra mi falta.
Que mi alma quede limpia de malicia,
purifícame tú de mi pecado.
Pues mi falta yo bien la conozco
y mi pecado está siempre ante mí;
contra ti, contra ti sólo pequé,
lo que es malo a tus ojos yo lo hice.
Por eso en tu sentencia tú eres justo,
no hay reproche en el juicio de tus labios.
Tú ves que malo soy de nacimiento,
pecador desde el seno de mi madre.
Mas tú quieres rectitud de corazón,
y me enseñas en secreto lo que es sabio.
Rocíame con agua, y quedaré limpio;
lávame y quedaré más blanco que la nieve.
Haz que sienta otra vez júbilo y gozo
y que bailen los huesos que moliste.
Aparta tu semblante de mis faltas,
borra en mí todo rastro de malicia.
Crea en mí, oh Dios, un corazón puro,
renueva en mi interior un firme espíritu.
No me rechaces lejos de tu rostro
ni me retires tu espíritu santo.
Dame tu salvación que regocija,
y que un espíritu noble me dé fuerza.
Mostraré tu camino a los que pecan,
a ti se volverán los descarriados.
Líbrame, oh Dios, de la deuda de sangre,
Dios de mi salvación,
y aclamará mi lengua tu justicia.
Señor, abre mis labios
y cantará mi boca tu alabanza.
Un sacrificio no te gustaría,
ni querrás si te ofrezco, un holocausto.
Mi espíritu quebrantado a Dios ofreceré,
pues no desdeñas a un corazón contrito.


Evangelio Mt. 9, 14-15:
Entonces se le acercaron los discípulos de Juan y le preguntaron: «Nosotros
y los fariseos ayunamos en muchas ocasiones, ¿por qué tus discípulos no
ayunan?»
Jesús les contestó: «¿Quieren ustedes que los compañeros del novio estén de
duelo, mientras el novio está con ellos? Llegará el tiempo en que el novio
les será quitado;  entonces ayunarán.



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Atentamente


Omar A. Parra P.
La Red Cybercommunity
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